27 de abril de 2010

Day 9: La Barbican

Weather: soleado, pero amenaza tormenta indoors.
Lugar de nacimiento: no estoy seguro.



The massive concrete maze

Heredero del modernismo más horrendo, aquél con el que Le Corbusier y sus seguidores se ensañaron, la Barbican sorprende en el centro de Londres, al lado de la City. Frente a los edificios de ladrillo centenario, que muestran la infinita variedad de tonalidades de la tierra, la Barbican es puro hormigón, acabados en bruto, masas interminables, geometrías abruptas, casas comunales que se asoman al pasillo cuan corralas de pesadilla. Tres torres infinitas presiden el complejo, laberíntico y oscuro, lleno de escalinatas, lofts abovedados de doble altura y jardines geométricos bien cuidados. En el interior se puede cenar, oír música, ir al cine o ver exposiciones. La sala de proyecciones es heredera directa de la Villa de la Soledad de Superman, con su kriptonita en las paredes y sus luces azules. En la sala de conciertos, inmensa, fantástica, las formas son las mismas pero el material, por supuesto, es madera. El centro cultural es tan laberíntico como el resto de la urbanización, aunque al peregrino desanimado se le ofrece agua gratis y comida en condiciones a buen precio. En las afueras viven los patos en el famoso estanque de los chorros de agua desalineados. Algo por fin cálido fuera de las poderosas formas de cemento, en este cautivador, asombroso espejismo de barrio modernista en el corazón de la ciudad que conduce por la derecha.







No hay comentarios:

Publicar un comentario