Una de las exposiciones más interesantes que he visto este año se titula “Cazadores de Sombras” y muestra fotografías hechas sin cámara fotográfica. Que, aunque no lo parezca, se pueden hacer. Los artistas (cinco en esta selección) exponen el papel fotográfico a la luz de la luna, bajo unos arbustos, sobre el agua, o bien juegan con los líquidos de revelados para producir texturas nuevas. Lo que se antoja un simple capricho técnico, en realidad es un auténtico descubrimiento visual y de contenido. No sólo es diferente esta forma de hacer arte, sino que la filosofía que encierran las obras, la idea, es interesantísima. La pena es que el recorrido se hace algo corto, pero, por lo demás, son hoy en día las cinco libras mejor aprovechadas del panorama –casi infinito- de las exposiciones temporales de Londres. Dicho queda.
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